El Papa Francisco, saluda entre la gente en un jeep.
He hablado con amigos, y hasta les ha llegado a tocar la fíbra mas íntima en volver a la misa del domingo, ya olvidada por renegar de la Iglesia Católica o por haber perdido la fé en esta institución como un camino a Dios.
Y es que Francisco I, o simplemente Papa Francisco, parece que tiende una mano al mundo, para volver a creer. Que no todo es Vatileaks, o mafia, o corrupción, sino que nos invita a abrir los ojos a una iglesia mas espiritual, mas cercana a nosotros mismos.
También es una invitación a personas de otra fe para un acercamiento interreligioso, o a aquellos que no creen en nada, ya que a todos los considera un igual. Eso es dar un mensaje englobador, contenedor, da igual que creas, en qué creas o no creas. No discrimina.
A todos ha dejado un mensaje claro y conciso: " El verdadero poder es el servicio". Tanto el del Papa como los gobiernos y líderes del mundo, su misión de estar donde están es para SERVIR, servir al pueblo y no al revés como parece ser.
Solo alguien que no tiene sensibilidad por lo espiritual, no se emociona con esa sensación de esperanza, de pensar que ojalá tengamos una nueva iglesia; una iglesia que busca al creyente, al creyente desilucionado, desamparado, olvidado y le da una mano, invitándolo volver a su santa casa, a su hogar espiritual donde podrá encontrar contención y fe, que tanta falta le hace al mundo hoy.
A pesar de que aún perdura el escepticismo, solo deseo desde mi corazón para todos los cristianos católicos del mundo y para los que no son ni católicos ni cristianos, que Francisco siga en esta misma sintonía, de la sencillez, del acercamiento, del de dar pasos a un entendimiento hacia todas las religiones, y de un cambio en positivo para la Iglesia Católica Apostólica Romana, que tanta falta le hace, y que se cumplan las bienaventuranzas que Jesús declaró en el Monte de los Olivos:
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.Mateo: 5:3-12
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa."
Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos."
Imagen: Clarin