Y si uno espera un mejor año, esperando que el Eterno se acuerde de nosotros, ¿qué haces tu para ir modificando tu realidad?
El Eterno no nos abandona, aunque parezca que nos haya olvidado. ¿Hablas con Él? ¿Oras o rezas a menudo? ¿Agradeces cada pequeña cosa que tengas y que veas, que hueles, que comes, que puedas comprar? ¿Sabes que hay gente en algún lado del mundo que no tienen ese privilegio, como el agua corriente, una casa con calor, luz eléctrica, gas, una olla con un buen guiso caliente o una nevera con hielo cuando el calor aprieta? ¿Sabes que muchos aquí mismo en España, no tienen para darle su merienda a sus hijos o que comen una vez al día? Si puedes comer, aunque sea solo espaguetis y arroz, comer dos veces al día con su desayuno y merienda, AGRADECE.
Y son puntos mínimos que nos hace ricos, ricos en espiritualidad, ricos porque de esa manera, tomamos consciencia que estamos por encima de lo que el mundo consumista nos ofrece. Que nuestros valores y confianza en Dios, nos protegen y nos ayudan a sobrellevar momentos difíciles. Y lo mas importante, si nuevamente logras acomodar tu situación económica, siempre Agradece, pide y ora por los demás, por ti y los tuyos y no olvides tus mala racha, valora cada grano de arroz que puedes comprar, cada camiseta que puedes adquirir y tu casa sea de alquiler o comprada.
Esto debe ser nuestro esencial propósito para este 2014, el ser agradecido y actuar, actuar para que nuestra situación cambie.
Podemos esperar de Dios pero El quiere que también caminemos, y para caminar debemos dar pasos que nos acerque a ese cambio positivo. El nos ayuda a dar los pasos, pero no nos abandonemos a la nada.
Agradece, actúa, y ten fe de que El Eterno nos sostiene, nos ayuda y nos abre las puertas.
Porque como el maestro Jesús dijo:
"Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá." Mateo 7:8
Y no te olvides de la caridad, de colaborar con los más necesitados en la medida que puedas.
¡Feliz 2014!